NI MARCA, NI CIUDAD
«En el caso de las ciudades […]
el establecimiento de una marca es horizonte y símbolo, línea de tiempo y
carburador, patrimonio y sueño, imaginario y realidad. Implica establecer cómo
es una comunidad y cómo se percibe y cómo quiere ser percibida, cómo se
diferencia de las otras y con ventajas evidentes que permitan su desarrollo
sostenible». Portafolio.
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Espectacular construcción abandonada y desaprovechada como atractivo turístico (Antigua estación del tren) |
Un pesimista esperaría, en las peores condiciones, que Girardot
continuara con la misma precariedad administrativa frente al tema turístico y
cultural. Pero ni el pesimista le
atina. El momento actual es exageradamente peor que lo que se ha vivido.
Marca Ciudad es un tema que cobra vigencia. ¿Qué
incidencia medible ha tenido si se ha implementado? ¿En qué medios de comunicación local, regional o nacional se
difunde? ¿Cómo ha beneficiado al pequeño
y mediano empresario? ¿Cómo se ha
reducido la informalidad en el comercio sin afectar el trabajador humilde? ¿Cuánto ha sido el crecimiento
económico después de incorporado?
Hablar de Marca obliga a hablar de Identidad. No es la primera la que determina y establece
la segunda. Es partiendo desde nuestra
Identidad que se diseña una Marca que la reconozca, defina y proyecte; lo que obliga
a establecer características y rasgos de una sociedad en donde cada uno debe
sentirse representado.
Cabe preguntar qué atrae al turista que no sea el sol. Porque si examinamos con detalle, es factible
que Girardot parezca un desierto en la mitad de Cundinamarca. ¡Espejismo puro!
Ejemplos. Escuchar el nombre de «Pueblito Girardoteño» me transporta a
Medellín. Es un fiasco no ser originales con algo tan sencillo; el cincuenta por
ciento del nombre, plagiado de los paisas.
Si se desea hilar demasiado delgado, hasta el mismo nombre ayuda a una programación neurolingüística con la cual se induce a pensar en pequeño, en miniatura, en «bonsai». Sí, ya se qué puede estar pensando: «...y por qué no los paisas...». Precisamente por lo mismo; porque la autoestima, la reafirmación de Identidad, la convicción de raza, su orgullo ancestral y cultural, sus logros como departamento, los constituye como una cultura inquebrantable junto a un ánimo de superación permanente. Nosotros no; la comparación es demostrable.
Pero, además, es un evento que invita a la invasión del espacio público,
cuando tenemos escenarios cubiertos para instalar esta clase de muestras. El Coliseo de Ferias y Exposiciones José
Alonso Escandón, al que se le invirtieron cerca de dos mil millones de pesos
hace relativamente poco, es uno de ellos.
Algunos
perezosos dirán que es demasiado retirado; ¿acaso Corferias está en la entrada
de cada casa y hotel de Bogotá? Y vaya
actividades de talla internacional que desarrolla.
Feria que no sabemos cuánto le significa al erario y que también puede
realizarse en el Coliseo de Ferias del barrio Las Quintas.
Pero el periplo turístico-tortuoso continúa. Hay una nueva adquisición que realza nuestra
Marca Ciudad; de ocho a diez meseros se abalanzan literalmente sobre los
peatones para despresarlos como hamburguesas bípedas. Hablo de tres negocios que se encuentran frente
al Parque Bolívar; bajo la mirada acuciante de sus propietarios, estos
gladiadores urbanos utilizan el acoso y la chabacanería para vender la imagen
de una «ciudad encantadora, amable y
soñadora».
Paso de soslayo el deficiente servicio de energía eléctrica que tan
pronto vuela un pájaro se interrumpe indefinidamente. O del suministro de agua, que tan pronto arriban diez familias, comienza a escasear. ¡Increíble!
Falta algo más; en la oscura época de Diego Escobar se diseñaron
unas imágenes formando la palabra "Girardot". Excelente idea creativa pero respaldada con unos sitios que no tienen doliente alguno y carecen de valor turístico actual. Lo voy a demostrar.
Bien el boga en la
G.
El monumento a La Danza del Sol, ubicado en uno de los sectores más
deprimidos y vulnerables del municipio, frente al desaseado Centro de Acopio, rodeado
de secreciones excrementales que lo acompañan solidariamente, forma la letra I.
Estado actual del monumento
La letra R la forma
algo parecido a un ducto, creo suponer cuál es, que sobresale del techo de la antigua estación
del tren. Construcción que en su empobrecimiento
físico es el reflejo de nuestras enfermas administraciones.
El estado en que se encuentra como se le conoce a la Cenicienta Casa de la Cultura, es una denuncia que vengo haciendo desde hace más de un año. Día tras día más deteriorada, ignorada...más insultada.
Aspecto parcial interno
Aspecto Externo
Y por si las dudas...esta es la cartelera informativa al público
Un puente férreo destruido, por donde no se debe transitar después de
determinada hora si no se quiere ser víctima de un atraco, enlaza tristemente
la A y la R.
El entorno para llegar a él no es diferente.
Un barco a vapor del que no hay referente, es la letra D.
La O se forma con la parte
anterior de la locomotora. Pared
experimental para vándalos y pintores novatos; estudio fotográfico al aire
libre, enmugrecido con las pisadas de visitantes y nativos. Basurero selecto de fines de semana y festivos.
La T alberga
la desafortunada historia reciente de la iglesia San Miguel. Otro patrimonio
arquitectónico en Girardot, mutilado esencialmente.
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Construcción original de la Iglesia San Miguel. |
Íconos maltrechos y vergonzantes, ¿pueden representarnos y llegar a ser Marca Ciudad?
En una ciudad turística como algunos pretenden vender a Girardot, no es
suficiente promocionar y resaltar sus atractivos, así se encontraran en perfecto
estado, sino garantizar la seguridad para que los visitantes tengan la
oportunidad de disfrutarlos, filmar y fotografiar sin el temor de que
algún maleante robe sus pertenencias o termine lesionándolos.
Sitios como el monumento de La Danza del Sol no pueden ser visitados
por los turistas en horas de la noche; igual sucede en el Puente Férreo a cualquier
hora.
El listado de los escenarios que reflejan crudamente la abulia cerebral
de quienes deberían administrar perfectamente el municipio, para eso es que les
paga el pueblo, es interminable.
Tres casos más para no «ensañarme» con la realidad son el mal llamado
espejo de agua (debe llamarse el «espejo de la inmundicia») y el deteriorado
estado en el que se encuentra el monumento de Simón Bolívar, ambos ubicados en
el parque del mismo nombre, demuestran en pleno corazón de la casi ciudad la falta
de amor y respeto, del que carece gran parte de quienes se indignan
cuando se dicen y demuestran las verdades, pero trasiegan con los ojos vendados
frente a evidentes demostraciones de abandono y hasta inviabilidad de ciudad.
El tercer ejemplo, aparenta ser desechos de materiales para construcción, y resulta ser en verdad una obra realizada por un artista plástico
que fue contratada por el ya desaparecido Fondo Mixto de Cultura de
Cundinamarca.
Entrevistando a Armando García, gestor cultural, me relata que la
información que tiene, es que esta obra la realizó un artista plástico de
apellido Plata. Este artista copió el grabado del
petroglifo ubicado en el municipio de Nilo, Cundinamarca, para replicarlo en la
piedra que hoy se encuentra literalmente tirada junto a escombros y basura, en el costado posterior de la derruida y mal llamada «Casa de la Cultura». En Nilo a esta obra popularmente se le
identifica como «La Piedra del Calendario Lunar», según Armando García.
Debería encontrarse en un punto estratégico del municipio, sobre un
pedestal e identificado con una placa en donde apareciera la razón de su
creación y lo que representa dentro de nuestra historia e identidad.
Todo lo anterior sucede por no involucrar a la ciudadanía en los
proyectos de ciudad. Porque la Coordinación de Cultura no la dirige un
funcionario en Carrera Administrativa; porque el Instituto Municipal de
Turismo, Cultura y Fomento lo estropean aparecidos que no tienen la más mínima
idea de lo que es Turismo ni Cultura; hoy en día juega con él, el señor
Alvira, ineficaz e inhábil supernumerario de esta administración, que ha
decidido vivir con los dineros que el pueblo paga de impuestos sin retribuirlo con servicio.
Sucede porque la Marca Ciudad no se sabe si existe y, de ser así, no se
ve. Por la pereza mental de decenas de "corbatas" en espera de pensión. Porque el Concejo Municipal es «el muro de los
idiotas», en donde nunca nada se resuelve.
Que alguien demuestre lo contrario.
Nota: Todas las fotografías, a excepción del «espejo de la inmundicia», fueron tomadas entre el 14 y 15 de abril de 2018.