domingo, 15 de abril de 2018




NI MARCA, NI CIUDAD

 «En el caso de las ciudades […] el establecimiento de una marca es horizonte y símbolo, línea de tiempo y carburador, patrimonio y sueño, imaginario y realidad. Implica establecer cómo es una comunidad y cómo se percibe y cómo quiere ser percibida, cómo se diferencia de las otras y con ventajas evidentes que permitan su desarrollo sostenible».  Portafolio.


Espectacular construcción abandonada y desaprovechada  como atractivo turístico (Antigua estación del tren)

Un pesimista esperaría, en las peores condiciones, que Girardot continuara con la misma precariedad administrativa frente al tema turístico y cultural.  Pero ni el pesimista le atina.  El momento actual es exageradamente peor que lo que se ha vivido.

Marca Ciudad es un tema que cobra vigencia.   ¿Qué incidencia medible ha tenido si se ha implementado?  ¿En qué medios de comunicación local, regional o  nacional se difunde?  ¿Cómo ha beneficiado al pequeño y mediano empresario?  ¿Cómo se ha reducido la informalidad en el comercio sin afectar el trabajador humilde? ¿Cuánto ha sido el crecimiento económico después de incorporado?

Hablar de Marca obliga a hablar de Identidad.  No es la primera la que determina y establece la segunda.  Es partiendo desde nuestra Identidad que se diseña una Marca que la reconozca, defina y proyecte; lo que obliga a establecer características y rasgos de una sociedad en donde cada uno debe sentirse representado.

Cabe preguntar qué atrae al turista que no sea el sol.  Porque si examinamos con detalle, es factible que Girardot parezca un desierto en la mitad de Cundinamarca.  ¡Espejismo puro!

Ejemplos.  Escuchar el nombre de «Pueblito Girardoteño» me transporta a Medellín.  Es un fiasco no ser originales con algo tan sencillo; el cincuenta por ciento del nombre,  plagiado de los paisas.

Si se desea hilar demasiado delgado,  hasta el mismo nombre ayuda a una programación neurolingüística con la cual se induce a pensar en pequeño, en miniatura, en «bonsai».  Sí, ya se qué puede estar pensando: «...y por qué no los paisas...».  Precisamente por lo mismo; porque la autoestima, la reafirmación de Identidad, la convicción de raza, su orgullo ancestral y cultural, sus logros como departamento, los constituye como una cultura inquebrantable junto a un ánimo de superación permanente.  Nosotros no; la comparación es demostrable.

Pero, además, es un evento que invita a la invasión del espacio público, cuando tenemos escenarios cubiertos para instalar esta clase de muestras.  El Coliseo de Ferias y Exposiciones José Alonso Escandón, al que se le invirtieron cerca de dos mil millones de pesos hace relativamente poco, es uno de ellos. 

Algunos perezosos dirán que es demasiado retirado; ¿acaso Corferias está en la entrada de cada casa y hotel de Bogotá?  Y vaya actividades de talla internacional que desarrolla.

De otro lado, continuando con Marca Ciudad,  se invade de manera flagrante el corredor férreo, considerado Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos de Colcultura (hoy Ministerio de Cultura de Colombia), para auspiciar un mercado persa escuálido y mil veces repetido.



Feria que no sabemos cuánto le significa al erario y que también puede realizarse en el Coliseo de Ferias del barrio Las Quintas.

Pero el periplo turístico-tortuoso continúa.  Hay una nueva adquisición que realza nuestra Marca Ciudad; de ocho a diez meseros se abalanzan literalmente sobre los peatones para despresarlos como hamburguesas bípedas.  Hablo de tres negocios que se encuentran frente al Parque Bolívar; bajo la mirada acuciante de sus propietarios, estos gladiadores urbanos utilizan el acoso y la chabacanería para vender la imagen de una «ciudad encantadora, amable y soñadora».

Paso de soslayo el deficiente servicio de energía eléctrica que tan pronto vuela un pájaro se interrumpe indefinidamente.  O del suministro de agua, que tan pronto arriban diez familias, comienza a escasear.  ¡Increíble!

Falta algo más; en la oscura época de Diego Escobar se diseñaron unas imágenes formando la palabra "Girardot".  Excelente idea creativa pero respaldada con unos sitios que no tienen doliente alguno y carecen de valor turístico actual.  Lo voy a demostrar.

Bien el boga en la G.

El monumento a La Danza del Sol, ubicado en uno de los sectores más deprimidos y vulnerables del municipio, frente al desaseado Centro de Acopio, rodeado de secreciones excrementales que lo acompañan solidariamente, forma la letra I.

Este monumento debería ser un atractivo turístico que renovara el sector y contribuyera al desarrollo socioeconómico de las familias que habitan allí.¡Para eso sirve el Turismo!

Expuestas permanentemente a la desprotección del gobierno municipal y víctimas preferidas de las crecientes inundaciones del río Magdalena y estragos del invierno. No hace más de un mes ocurrió una de las tragedias más lamentables en este sector, dejando como resultado un muerto y un número importante de familias damnificadas.


Estado actual del monumento






La letra R la forma algo parecido a un ducto, creo suponer cuál es, que sobresale del techo de la antigua estación del tren.  Construcción que en su empobrecimiento físico es el reflejo de nuestras enfermas administraciones. 


El estado en que se encuentra como se le conoce a la Cenicienta  Casa de la Cultura, es una denuncia que vengo haciendo desde hace más de un año.  Día tras día más deteriorada, ignorada...más insultada.


Aspecto parcial interno




Aspecto Externo




Y por si las dudas...esta es la cartelera informativa al público


Un puente férreo destruido, por donde no se debe transitar después de determinada hora si no se quiere ser víctima de un atraco, enlaza tristemente la A y la R.






El entorno para llegar a él no es diferente.








Un barco a vapor del que no hay referente, es la letra D.

La O se forma con la parte anterior de la locomotora.  Pared experimental para vándalos y pintores novatos; estudio fotográfico al aire libre, enmugrecido con las pisadas de visitantes y nativos.  Basurero selecto de fines de semana y festivos.




La T alberga la desafortunada historia reciente de la iglesia San Miguel. Otro patrimonio arquitectónico en Girardot,  mutilado esencialmente.

Construcción original  de  la Iglesia San Miguel.

Íconos maltrechos y vergonzantes, ¿pueden representarnos y  llegar a ser Marca Ciudad?

En una ciudad turística como algunos pretenden vender a Girardot, no es suficiente promocionar y resaltar sus atractivos, así se encontraran en perfecto estado, sino garantizar la seguridad para que los visitantes tengan la oportunidad de disfrutarlos, filmar y fotografiar sin el temor de que algún maleante robe sus pertenencias o termine lesionándolos.

Sitios como el monumento de La Danza del Sol no pueden ser visitados por los turistas en horas de la noche; igual sucede en el Puente Férreo a cualquier hora.

El listado de los escenarios que reflejan crudamente la abulia cerebral de quienes deberían administrar perfectamente el municipio, para eso es que les paga el pueblo, es interminable.

Tres casos más para no «ensañarme» con la realidad son el mal llamado espejo de agua (debe llamarse el «espejo de la inmundicia») y el deteriorado estado en el que se encuentra el monumento de Simón Bolívar, ambos ubicados en el parque del mismo nombre, demuestran en pleno corazón de la casi ciudad la falta de amor y respeto,  del que carece gran parte de quienes se indignan cuando se dicen y demuestran las verdades, pero trasiegan con los ojos vendados frente a evidentes demostraciones de abandono y hasta inviabilidad de ciudad.




El tercer ejemplo, aparenta  ser desechos de materiales para construcción,  y resulta ser en verdad una obra realizada por un artista plástico que fue contratada por el ya desaparecido Fondo Mixto de Cultura de Cundinamarca.


Entrevistando a Armando García, gestor cultural, me relata que la información que tiene, es que esta obra la realizó un artista plástico de apellido Plata.  Este artista copió el grabado del petroglifo ubicado en el municipio de Nilo, Cundinamarca, para replicarlo en la piedra que hoy se encuentra literalmente tirada junto a escombros y basura, en el costado posterior de la derruida y mal llamada «Casa de la Cultura».  En Nilo a esta obra popularmente se le identifica como «La Piedra del Calendario Lunar», según Armando García.

Debería encontrarse en un punto estratégico del municipio, sobre un pedestal e identificado con una placa en donde apareciera la razón de su creación y lo que representa dentro de nuestra historia e identidad. 

Todo lo anterior sucede por no involucrar a la ciudadanía en los proyectos de ciudad. Porque la Coordinación de Cultura no la dirige un funcionario en Carrera Administrativa; porque el Instituto Municipal de Turismo, Cultura y Fomento lo estropean aparecidos que no tienen la más mínima idea de lo que es Turismo ni Cultura; hoy en día juega con él, el señor Alvira, ineficaz e inhábil supernumerario de esta administración, que ha decidido vivir con los dineros que el pueblo paga de impuestos sin retribuirlo con servicio.

Sucede porque la Marca Ciudad no se sabe si existe y, de ser así, no se ve.  Por la pereza mental de decenas de "corbatas" en espera de pensión. Porque el Concejo Municipal es «el muro de los idiotas», en donde nunca nada se resuelve.

Que alguien demuestre lo contrario.

Nota:  Todas las fotografías, a excepción del «espejo de la inmundicia»,  fueron tomadas entre el 14 y 15 de abril de 2018.





7 comentarios:

  1. A mi modo de ver, otra de las cosas que más indigna, lastima, entristece y desvaloriza a Girardot, es la pérdida creciente del espacio público. Gran ejemplo de anarquía y de unas autoridades miopes y complacientes. Qué pesar! :(

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  2. Una de las peores situaciones en el manejo de la cultura en Girardo ha sido la ausencia en el organigrama politico de la Alcaldia de Girardot de un ente y una persona responsable de dirigir una politica seria en ese sentido. En las elecciones pasadas de concejo municipal la fundacion Edartes de la cual soy Presidente apoyó una candidatura q tenia como temas principales la creación de la Secretaria de Cultura y la de Medio Ambiente. Obviamente no logramos llegar al Concejo. A proposito cuando explica la Alcaldia la ejecucion presupuestal de la estampilla con destino especifico llamada Procultura.

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  3. Si existiera una secretaria de Cultura, sr le asignaria un plan de gobierno y un presupuesto y obviamente existiria un responsable de su buena o mala gestion y la ciudadania y/o el concejo tendrian a quien pedirle cuentas. No como se hace a la fecha q la coordinacion de cultura la han ejercido profesionales contratadas por prestación de servicios y sin presupuesto especifico. Todas las ciudades medio ordenadas tienen una Secretaria de Cultura, a la misma altura q la Sec de Gobierno, Infraestructura o educación.

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    1. Agradezco su participación y aportes en el blog. Debemos tomar el camino de lo jurídico. Demostrado hasta la saciedad está que la solución no existe ni con concertaciones, ni diálogos, ni debates en el Concejo Municipal. Es posible que sea lento pero efectivo. Mientras continuemos malgastando el tiempo creyendo en livianas promesas la otrora Girardot, la del empuje y el progreso, se hunde lentamente en el ostracismo y la decadencia. Es compromiso de todos, pero muy pocos se involucran.

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  4. Triste realidad de la inoperacia dirigencial.falta de compromiso.muy triste

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Falta compromiso de todos. El pueblo debe entender que no puede delegarle exclusivamente la responsabilidad del progreso de la ciudad a los gobernantes; si estos no funcionan el pueblo es quien debe tomar las riendas y hacer lo pertinente porque al final de cuentas la ciudad es nuestra. ¡Ellos son nuestros empleados!

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