viernes, 1 de julio de 2016




GIRARDOT Y BOGOTÁ SON GEMELAS


“Sí yo hiciera mi mundo todo sería un disparate. Porque todo sería lo que no es. Y entonces al revés, lo que es, no sería y lo que no podría ser si sería”.   Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.

La creación literaria es generosa en si misma por la licencia que otorga al autor de convertir la realidad en un cuento fantasioso, o la fantasía en algo tan palpable que puede, en el imaginario del lector, convertirse en la mejor de las realidades.

No sucede lo mismo en la política.  La política, no la politiquería, exige ante todo y con severidad por quien la practica una actitud franca frente a la realidad.  Aquí no caben las invenciones, las presunciones o suposiciones.  El pueblo necesita conocer su verdad y nada más.  De allí que Platón en su obra “La República” señalara  que es a través de la observación de la realidad que se debe gobernar un pueblo.

Revista Semana en una de sus ediciones de abril publicó un especial  titulado “25 veces Colombia”. En él presenta en sociedad  a 25 municipios del país, entre ellos a  Girardot.

En las seis páginas que nos dedican  (páginas 150-155)  esperé encontrar más actualidad y menos historia acompañada de deseos.  Pero bueno, al final hay municipios como el nuestro en los que la historia pasada termina siendo nuestro orgullo presente y los deseos la mejor oportunidad para manipular necesidades.

Pero a partir del momento en que leí las seis páginas impresas  sobre papel brillante y una diagramación moderna con la cantidad suficiente de color, hubo una frase del alcalde de Girardot que logró que mi realidad ciudadana, desde ahí, se debata entre la subjetividad, la relatividad  y la parodia. 

“El gran atractivo de Girardot es que tiene todo lo que tiene Bogotá (…).”  Frase contundente que por su misma connotación el editor  la resalta especialmente sobre el costado derecho de la página 155.

No pude menos que sorprenderme.  Me ocurrió lo mismo que cuando en el proceso de la tan mencionada e invisible  Política Pública de Turismo, alguien habló de los más de sesenta sitios turísticos que ofrece Girardot.

Pero como de tanto repetirse que no reconocer nuestras  virtudes como ciudad nos ubica en el renglón de los inadaptados, negativos y maledicentes, me puse en la tarea de buscar similitudes importantes entre la capital de Colombia y nosotros, la otrora “Ciudad de las Acacias”.

Con esto me encontré, palabras más palabras menos, un número menos o un número más.  Espero no incurrir en inexactitudes numéricas que puedan alterar nuestra semejanza con la capital de la República. (Por la extensión de la columna lo invito a usted, fiel lector, a que mentalmente haga el comparativo). 

Bogotá tiene aproximadamente 165 bibliotecas (Red Capital de Bibliotecas Públicas), 139 librerías, 112 instituciones de educación superior (entre Instituciones Técnicas Profesionales, Instituciones Tecnológicas, Instituciones Universitarias o Escuelas Tecnológicas y Universidades);    17 importantes teatros de arte escénico, 6 prestigiosas salas de concierto, 10 salas de cine- arte alternativo, 50 museos, bibliobús  y alguito más.

De los eventos que se programan anualmente,  institucionalizados con fechas establecidas,  están por ejemplo La Feria Internacional del Libro, el Festival Iberoamericano de teatro de  Bogotá,  muestras internacionales de cine, Eurocine, Festival Internacional de Jazz, Feria de las Colonias, Festival de Cine Francés, Festival de Cine de Bogotá.  Además de haber sido proclamada  por la UNESCO la  Capital Mundial del Libro en el 2007.

Tres clubs de fútbol de primera división y dos estadios de primera categoría;  parques de escala metropolitana, regional, zonal, vecinal y parques de bolsillo.

Y si hablamos de cultura en el parque encontramos festivales de  música al parque, Hip Hop al parque, Salsa al parque, Ópera al parque…y sigue.

A estas alturas creo que ustedes ya realizaron el ejercicio comparativo con nuestra ciudad y tienen sus conclusiones.  No sobra decir que el enfoque no analiza los números  per cápita, sino diversidad y organización.

Aquí es en donde me asaltan esas tres palabras convertidas en monstruos vivientes que intentan confundir mi buen juicio. 

Respeto la subjetividad de quien ve lo que quiere ver -o que como un ilusionista- pretende hacer ver a los demás lo que él necesita;  pero se me aparece la relatividad, que siendo científicamente precisa, en comparación con la subjetividad, puede terminar en lo mismo; todo depende del movimiento de quien observa;  todo termina siendo relativo de acuerdo a las intenciones del protagonista.

En el sentido estricto de la frase que aquí nos tiene, parodiar a Bogotá desde nuestra ciudad más que un despropósito puede llegar a ser la más sana y honesta  intención de divertirnos.  ¡Me quedo con esta! 

Es posible  que en medio de la jocosidad, la sorna y el desparpajo los girardoteños descubran su verdad.  Puede llegar a ser incluso un sistema innovador de gobernar.

Publicado mayo 2016
  



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