viernes, 1 de julio de 2016





ESCASAMENTE MONOLINGÜES


“Una lengua está construida como un sistema de signos para ser usados. Estos no son palabras  aisladas, sin vida, escritas en los diccionarios; sirven no sólo para hacer frases bonitas y complacer a los maestros o para formular mensajes que no se dirigen a nadie y no corresponden a ninguna intención de comunicar con el otro.”  Ministerio de Educación Nacional”  Lineamiento Curricular.


Estar evadiendo los temas más importantes, disfrazándolos con la máscara más decorada y maquillándoles el espantoso rostro, ha hecho que vivamos una realidad fantasiosa que arrincona al futuro.

Todos los años, cuando hablamos de la calidad de la educación, son los mismos temas, con los mismos análisis, iguales justificaciones e idénticas preocupaciones.

Y aunque el panorama nacional no avanza mucho en este espacio,  si se  observan municipios y colegios preocupados por su bajo nivel y mejorando, aunque sea ínfimamente, sus puntajes en comparación con los años anteriores.

Nosotros no.  Para los años que llevamos siendo invisibles en los lugares de excelencia cualquier mejoría es insignificante.

La enseñanza del inglés es un tema que necesariamente hay que involucrar dentro del contexto de la calidad de la educación.

Para hablar un poco de historia, esa que a muchos espanta  porque permite visualizar aciertos y errores cometidos,  en  1994 se emite la Ley 115;  la que en sus objetivos para la educación Básica y Media persigue  "la adquisición de elementos de conversación, lectura, comprensión y capacidad de expresarse al menos en una lengua extranjera".

Diez años después se formula por parte del Ministerio de Educación Nacional, el Programa Nacional deBilingüismo 2004-2019, el que incluye  los nuevos estándares de competencia comunicativa en inglés.

En ese momento las dudas primordiales que se planteó el Ministerio fueron tres: ¿a qué edad empezar el estudio del inglés? ¿Con que intensidad horaria por semana?  Y ¿durante cuántos años?

Basado en el estudio “Key Data on Teaching Languages at School in Europe”  emprendido por la Red de Información de Educación Europea, en los 25 países de la Unión Europea se pudo determinar que la dedicación al estudio  a una lengua extranjera es de aproximadamente ocho años, con intensidades horarias entre cinco y nueve horas semanales, desde los 8 años de edad.

En Colombia, en el 2005 la dedicación promedio era de seis años, de sexto grado a undécimo, con tres horas semanales a partir de los once años.

En análisis realizados sobre el tema se han  encontrado  deficiencias en la competencia del dominio del inglés por parte de alumnos y docentes, como en la metodología aplicada por estos últimos.

A 3 años de cumplirse el tiempo establecido para el fortalecimiento del inglés como lengua extranjera poco se ha logrado; el Icfes  estableció que de  los estudiantes que en el 2013 presentaron las pruebas saber, el 54% obtuvo resultados similares  a aquellos que nunca han recibido una clase de este idioma. 

El Ministerio de Educación Nacional informó que solo un 2.26% de estudiantes que presentaron en el 2014 las pruebas Saber 11, obtuvo  buenos resultados en el área del inglés.

¿Cuál es el diagnóstico de la enseñanza del inglés en Girardot y existen colegios reconocidos por el Ministerio de Educación Nacional como bilingües?

El Ministerio de Educación Nacional estableció que un colegio bilingüe nacional  debe tener “(…) una alta intensidad de contacto con la lengua extranjera en el plan de estudios (50%) y se usan dos o más lenguas en la Enseñanza aprendizaje de distintas áreas curriculares”.

En Girardot algunos colegios se han autocalificado bilingües o quieren mostrarse así, porque colocan letreros en la puerta de entrada o en cualquier otro lugar del establecimiento con palabras escritas en inglés.

¿Se ha tocado alguna vez el tema de la deserción de padres de familia con sus hijos a colegios de Ibagué porque el nivel educativo, incluyendo la enseñanza del inglés, es deficiente en Girardot?

Conozco familias que han cambiado su  lugar de residencia, o lo que es de mayor esfuerzo, viajan periódicamente entre las dos ciudades  con el solo fin de brindar una formación de mayor calidad a sus hijos.

De otra parte está el Estado reflejado en la autoridad municipal, ente que nunca ha fijado políticas para el aprendizaje del idioma inglés y su aplicación.

Ni en la cantidad excesiva de hoteles que reportan, ni en el sector transporte, ni en los restaurantes,  ni en las universidades, ni en el  comercio en general, se habla inglés.

¿Y por qué nosotros?  Porque nos vanagloriamos de ser la ciudad más turística del centro del país.  Y no obstante ello difícilmente estamos  preparados, hablando español,  para atender a los bogotanos que vienen a acabar de desordenar el municipio con su amnesia temporal de cultura ciudadana.

Dejo planteado otro tema al que los defensores de la mediocridad también le hacen el quite.  Habrá tiempo suficiente para ahondar en él y mostrar estadísticas, que por su realidad, desnuden falencias en la base de nuestra educación, que en lugar de asustar e incomodar, deberían  ser sonidos de alerta para, ya que estamos estrenando administración,  iniciar un plan direccionado a elevar la enseñanza del idioma inglés, más allá de lo que programe el Ministerio de Educación Nacional.

La competitividad, otra palabra desgastada de tanto mal uso, en una ciudad  turística que no habla inglés, es pura mentira.

Publicado mayo 2016


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