ESCASAMENTE
MONOLINGÜES
“Una lengua está construida como un sistema de signos para ser usados.
Estos no son palabras aisladas, sin
vida, escritas en los diccionarios; sirven no sólo para hacer frases bonitas y
complacer a los maestros o para formular mensajes que no se dirigen a nadie y
no corresponden a ninguna intención de comunicar con el otro.” Ministerio
de Educación Nacional” Lineamiento
Curricular.
Estar evadiendo los
temas más importantes, disfrazándolos con la máscara más decorada y
maquillándoles el espantoso rostro, ha hecho que vivamos una realidad
fantasiosa que arrincona al futuro.
Todos los años, cuando
hablamos de la calidad de la educación, son los mismos temas, con los mismos
análisis, iguales justificaciones e idénticas preocupaciones.
Y aunque el panorama
nacional no avanza mucho en este espacio,
si se observan municipios y
colegios preocupados por su bajo nivel y mejorando, aunque sea ínfimamente, sus
puntajes en comparación con los años anteriores.
Nosotros no. Para los años que llevamos siendo invisibles
en los lugares de excelencia cualquier mejoría es insignificante.
La enseñanza del inglés
es un tema que necesariamente hay que involucrar dentro del contexto de la
calidad de la educación.
Para hablar un poco de
historia, esa que a muchos espanta
porque permite visualizar aciertos y errores cometidos, en
1994 se emite la Ley 115; la que
en sus objetivos para la educación Básica y Media persigue "la
adquisición de elementos de conversación, lectura, comprensión y capacidad de
expresarse al menos en una lengua extranjera".
Diez años después se
formula por parte del Ministerio de Educación Nacional, el Programa Nacional deBilingüismo 2004-2019, el que incluye
los nuevos estándares de competencia comunicativa en inglés.
En ese momento las
dudas primordiales que se planteó el Ministerio fueron tres: ¿a qué edad
empezar el estudio del inglés? ¿Con que intensidad horaria por semana? Y ¿durante cuántos años?
Basado en el estudio “Key Data on Teaching Languages at School in
Europe” emprendido por la Red de
Información de Educación Europea, en los 25 países de la Unión Europea se pudo
determinar que la dedicación al estudio
a una lengua extranjera es de aproximadamente ocho años, con
intensidades horarias entre cinco y nueve horas semanales, desde los 8 años de
edad.
En Colombia, en el 2005
la dedicación promedio era de seis años, de sexto grado a undécimo, con tres
horas semanales a partir de los once años.
En análisis realizados
sobre el tema se han encontrado deficiencias en la competencia del dominio
del inglés por parte de alumnos y docentes, como en la metodología aplicada por
estos últimos.
A 3 años de cumplirse
el tiempo establecido para el fortalecimiento del inglés como lengua extranjera
poco se ha logrado; el Icfes estableció
que de los estudiantes que en el 2013
presentaron las pruebas saber, el 54% obtuvo resultados similares a aquellos que nunca han recibido una clase
de este idioma.
El Ministerio de
Educación Nacional informó que solo un 2.26% de estudiantes que presentaron en
el 2014 las pruebas Saber 11, obtuvo
buenos resultados en el área del inglés.
¿Cuál es el diagnóstico
de la enseñanza del inglés en Girardot y existen colegios reconocidos por el
Ministerio de Educación Nacional como bilingües?
El Ministerio de
Educación Nacional estableció que un colegio bilingüe nacional debe tener “(…) una alta intensidad de contacto con la lengua extranjera en el
plan de estudios (50%) y se usan dos o más lenguas en la Enseñanza aprendizaje
de distintas áreas curriculares”.
En Girardot algunos
colegios se han autocalificado bilingües o quieren mostrarse así, porque
colocan letreros en la puerta de entrada o en cualquier otro lugar del
establecimiento con palabras escritas en inglés.
¿Se ha tocado alguna
vez el tema de la deserción de padres de familia con sus hijos a colegios de
Ibagué porque el nivel educativo, incluyendo la enseñanza del inglés, es
deficiente en Girardot?
Conozco familias que
han cambiado su lugar de residencia, o
lo que es de mayor esfuerzo, viajan periódicamente entre las dos ciudades con el solo fin de brindar una formación de
mayor calidad a sus hijos.
De otra parte está el
Estado reflejado en la autoridad municipal, ente que nunca ha fijado políticas
para el aprendizaje del idioma inglés y su aplicación.
Ni en la cantidad
excesiva de hoteles que reportan, ni en el sector transporte, ni en los
restaurantes, ni en las universidades,
ni en el comercio en general, se habla
inglés.
¿Y por qué
nosotros? Porque nos vanagloriamos de
ser la ciudad más turística del centro del país. Y no obstante ello difícilmente estamos preparados, hablando español, para atender a los bogotanos que vienen a
acabar de desordenar el municipio con su amnesia temporal de cultura ciudadana.
Dejo planteado otro
tema al que los defensores de la mediocridad también le hacen el quite. Habrá tiempo suficiente para ahondar en él y
mostrar estadísticas, que por su realidad, desnuden falencias en la base de
nuestra educación, que en lugar de asustar e incomodar, deberían ser sonidos de alerta para, ya que estamos
estrenando administración, iniciar un
plan direccionado a elevar la enseñanza del idioma inglés, más allá de lo que
programe el Ministerio de Educación Nacional.
La competitividad, otra
palabra desgastada de tanto mal uso, en una ciudad turística que no habla inglés, es pura
mentira.
Publicado mayo 2016
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