APUNTE DEL DIRECTOR
EL “REBUSQUE” MUNICIPAL
El Estado colombiano
es el gran responsable de la corrupción que permea a todas las
esferas de la sociedad.
Basta con ver en lo
que se han convertido los concejos municipales para entender esa
responsabilidad; y cómo la sociedad, con escasas excepciones, ha
cohonestado y facilitado, algunas veces con cierta inocencia y muchas otras con
exagerada complicidad, que el escenario para edificar y entronizar a la
democracia, lo hayan convertido en un vulgar sitio de “rebusque” como la más sucia de las pocilgas.
En primer lugar las
instituciones, representadas en este caso por el Congreso de la
República, del que también hay qué decir, deberían legislar
para establecer un mínimo de condiciones a los aspirantes a concejos
municipales.
Si bien la
Constitución determina que cualquier colombiano mayor de edad puede elegir y
ser elegido, son necesarios requisitos que vayan mucho más allá de saber leer y
escribir.
Propongo la creación
de un programa académico que introduzca a los aspirantes a estas corporaciones municipales en el centro del asunto para que aprendan y
entiendan cuáles son sus funciones e incidencias dentro de
la administración pública. Para llegar a esto acordar un convenio
con la ESAP y con universidades de alto nivel académico en donde se
establezcan mínimo seis semestres de introducción a la administración
pública. Obligatorios para ser elegible. (Imagínense la desbandada
de aspirantes).
Academias de
reconocida calidad monitoreadas por un grupo interdisciplinario del gobierno
que vigile y verifique la calidad del proceso; desde el inicio hasta las
calificaciones finales, que certifican o no al aspirante.
Lo que hoy existe es
nada, para lo que representa la responsabilidad de coadministrar
municipios acechados desde todos los flancos.
Como segunda medida
está el ciudadano con derecho al voto. Que es lo mismo que decir con la
obligación de elegir responsablemente. ¡Pero no! Aun a sabiendas de
que contrabandean licor, que van en contra de los gremios que dicen apoyar, que
carecen de preparación académica, que jamás han mostrado interés por el
progreso del municipio, y más… ¡los eligen!
¡Qué digo los eligen,
los reeligen! A los que por un periodo o más ni un Proyecto de Acuerdo
han presentado. Les basta en campaña ubicar estratégicamente
sus fotos decoradas como serios aspirantes al reinado de la estupidez para
ganar.
Estoy convencido de
que los concejos municipales, con todo el poder que tienen
desde el siglo XIX, son mucho más importantes que los
alcaldes. Pero el Estado lo ignora favoreciendo a una cantidad de
incompetentes que les urge salir de su precariedad económica y alcanzar el
nivel social que nuestra sociedad consumista les otorga.
Para la muestra
¡muchos botones de colores!
Publicado en octubre de 2015
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