martes, 5 de enero de 2016




APUNTE DEL DIRECTOR


EL “REBUSQUE” MUNICIPAL


El Estado colombiano  es el gran responsable de la corrupción que permea a  todas las esferas de la sociedad. 
Basta con ver en lo que se han convertido los concejos municipales para entender esa responsabilidad;  y cómo la sociedad, con escasas  excepciones, ha cohonestado y facilitado, algunas veces con cierta inocencia y muchas otras con exagerada complicidad, que el escenario para edificar y entronizar a la democracia, lo hayan convertido en un vulgar sitio de “rebusque” como la más sucia de las pocilgas.

En primer lugar las instituciones, representadas en este caso por el  Congreso de la República, del que también hay qué decir,  deberían   legislar para establecer un mínimo de condiciones a los aspirantes a concejos municipales.

Si bien la Constitución determina que cualquier colombiano mayor de edad puede elegir y ser elegido, son necesarios requisitos que vayan mucho más allá de saber leer y escribir. 

Propongo la creación de un programa académico que introduzca a los aspirantes a estas corporaciones municipales  en el centro del asunto para que  aprendan y entiendan cuáles son sus  funciones  e incidencias dentro de  la administración pública.  Para llegar a esto acordar  un convenio con la ESAP y  con universidades de alto nivel académico en donde se establezcan mínimo seis semestres de introducción a la  administración pública.  Obligatorios para ser elegible.  (Imagínense la desbandada de aspirantes).

Academias  de reconocida calidad monitoreadas por un grupo interdisciplinario del gobierno que vigile y verifique la calidad del proceso; desde el inicio hasta las calificaciones finales,  que certifican o no al aspirante. 

Lo que hoy existe es nada,   para lo que representa la responsabilidad de coadministrar municipios acechados desde todos los flancos.

Como segunda medida está el ciudadano con derecho al voto.  Que es lo mismo que decir con la obligación de elegir responsablemente.  ¡Pero no!  Aun a sabiendas de que contrabandean licor, que van en contra de los gremios que dicen apoyar, que carecen de preparación académica, que jamás han mostrado interés por el progreso del municipio, y más… ¡los eligen!

¡Qué digo los eligen, los reeligen!  A los que por un periodo o más ni un Proyecto de Acuerdo  han presentado.  Les basta en  campaña ubicar estratégicamente sus fotos decoradas como serios aspirantes al reinado de la estupidez para ganar. 

Estoy convencido de  que los  concejos municipales,  con todo el poder que tienen desde el siglo XIX,  son mucho más importantes que los alcaldes.  Pero el Estado lo ignora favoreciendo a una cantidad de incompetentes que les urge salir de su precariedad económica y alcanzar el nivel social que nuestra sociedad consumista les otorga.

Para la muestra ¡muchos botones de colores!



Publicado en octubre  de 2015 

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