EL DIA DE LA MUJER SE CONMEMORA
“Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas". Mary Wollstonecraft.
Desde las sagradas escrituras la mujer ha sido
objeto de discriminación, sometimiento y sumisión. Esta tendencia histórica, sin adentrarme en
temas teológicos, durante siglos ha
fustigado la existencia femenina,
haciendo de ella una víctima del dominio irracional que el hombre le ha
infringido doméstica, sexual, laboral, educativa y emocionalmente.
El sufrimiento y esfuerzo que la mujer ha tenido
que soportar y vivir para poder arañar con lentitud de siglos derechos y
oportunidades negadas por los machos de la especie, la hacen merecedora de todo el reconocimiento
del mundo entero. Reconocimiento que hoy
no llega en su plenitud y, en muchos casos, termina siendo un contentillo
grosero e irrespetuoso por parte de una sociedad que equivocadamente ha
premiado con preferencias al sexo masculino sin explicaciones ni
justificaciones ciertas de su supremacía sobre ellas.
Por ese camino estoico en que han tenido que andar,
sobrellevando una carga incómoda impuesta por tradiciones milenarias, hoy
retrógradas y muestra fehaciente de la falta de inteligencia de muchos de los
hombres que las rodean y legislan, casi siempre no tan a favor de ellas, o los
que como sementales jóvenes las acosan en cada esquina como tratándose de una
cacería salvaje, sorprende una celebración del día de la mujer ceñida
estrictamente a un orden comercial, con el desconocimiento absoluto, de ellas y
ellos, de en qué consiste realmente el “festejo”.
Clara Zetkin,
líder del movimiento alemán de mujeres socialistas, en la II Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenaghue en 1910, fue quien
propuso la fecha del 8 de marzo para
conmemorar el Día Internacional de la
Mujer. Que también recibiera el
nombre inicialmente de Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Fue precisamente en esta fecha, agosto de
1910, en donde se reiteró la exigencia por parte de las mujeres el derecho al
sufragio universal y manifestaciones en contra de la guerra.
Pero todo tiene su comienzo el 8 de marzo de 1857
cuando en el bajo Manhattan, New York, cantidad de obreras textiles, descontentas por los salarios y condiciones
miserables en que laboraban se lanzaron a las calles en acto de protesta,
exigiendo humanización en el trabajo e igualdad de condiciones laborales.
Sin embargo el lado triste y dramático de esta
historia, y por donde inevitablemente siempre se debe transitar y al que muchos
atribuyen el nacimiento del Día Internacional de la Mujer, se registra el 25 de
marzo de 1911 cuando 123 mujeres y 23 hombres
mueren en un incendio originado en la fábrica de camisas Triangle
Shirtwaist, New York.
Era un edificio de diez pisos que en la madrugada
del 25 de marzo ardió en llamas originando la muerte de más de un centenar de
obreras; ante la desesperación que provocó la conflagración muchas mujeres se
arrojaron por las ventanas resultando con heridas de altísima gravedad. Aquellas
que no tuvieron el arrojo de lanzarse murieron asfixiadas por el humo
que emanaba de la combustión o por los derrumbes ocasionados en el interior de
la edificación.
Existen versiones variadas sobre la razón por la
cual las puertas del edificio se encontraban cerradas. Unas explican que los propietarios mantenían
cerradas las salidas para evitar robos en el interior; otras versiones apuntan
a que el dueño de la fábrica ordenó obstruir
las puertas y ocasionar la conflagración con el fin de persuadir a las
trabajadoras de una huelga laboral; el
cuerpo de bomberos sugirió que había sido
una colilla encendida en un recipiente con tela. En cualquiera de los casos el fuego se volvió
incontrolable originando la tragedia ya relatada.
La mayoría de estas trabajadoras textiles eran
inmigrantes italianas y judías que habían llegado para ganarse miserablemente
la vida laborando en el taller textil.
El periódico ABC de la época
describía la tragedia como de “pánico horroroso” y dramáticamente expresaba que
53 mujeres fallecieron después de “estrellarse contra el suelo”.
Después de este hecho doloroso, como suele ocurrir
normalmente en nuestro medio, el gobierno de los Estados Unidos legisló para
alcanzar mejoras en la seguridad, principalmente enfocadas al sector industrial.
Más tarde se conformó el Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras
Textiles, como resultado no en vano del sufrimiento y muerte de 123 mujeres
valientes en su desventaja social.
Es fácil entonces advertir que la fecha no es de
festejo ni algarabía carnavalesca; es la conmemoración respetuosa, es el
reconocimiento merecido, es la recordación póstuma a unas obreras mártires, es
la dignificación de la mujer como ser inteligente capaz de crear, inventar, gobernar,
innovar, amamantar, educar, amar.
El Día Internacional de la Mujer no debe ser un
evento comercial. Es la fecha señalada
para recordarle a los gobernantes y a los machos de la especie la necesidad de
igualdad frente a los derechos fundamentales y su lucha incansable por alcanzar
hasta el último de ellos.
Es el día en que las mujeres deben ratificar y
recordar que no son un simple objeto masturbatorio para los hombres. Es otro día en el que deben reiterar a la sociedad
que son las madres, hermanas, amigas, esposas, compañeras del género
masculino. Los que física e
intelectualmente son tan valiosos como ellas.
😊
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