domingo, 27 de agosto de 2017




Colectivo cultural Senderos


CÓMO SE VIVE UN SUEÑO.



"Diseñar y promover actividades  que faciliten la salvaguarda y desarrollo de expresiones artísticas y culturales de la comunidad girardoteña y de la región. Empoderando a los diversos sectores de Girardot y municipios vecinos, a través de la investigación que conduzca a la recuperación de nuestra memoria histórica y poder así rescatar el reconocimiento de nuestra identidad".  Misión del colectivo cultural Senderos.

Miembros fundadores del colectivo cultural Senderos.  De izquierda a derecha, Rodolfo Rodríguez Delgadillo, Bárbara León  Gómez, Elmar Darío Pautt Gutiérrez, Alexio Osorio Villegas, Angélica Araujo Lemus, Freddy Laverde y Armando García Yepes.  Julio César Arteaga  (no aparece en esta fotografía).

La idea del colectivo cultural Senderos nace de mi desesperanza, del vacío, de entender que el poder gubernamental por la Cultura va en contravía de las necesidades e intereses de los que creemos que es una prioridad para nuestra sociedad.

Cuando me encontré con tantas diferencias estructurales, institucionales y organizacionales dentro del consejo de cultura, del cual soy miembro, comprendí que el paso a seguir era invitar personas que por su gestión y trayectoria amaran la Cultura desinteresadamente.

A finales de diciembre del año pasado comencé a contactarlos.  La única coincidencia que nos identificaba era que cada uno empujaba solitario desde su lado.  Era una fuerza fragmentada y algunas veces disminuida.

Llegaron a mi cabeza nombres como el del médico veterinario Rodolfo Rodríguez Delgadillo, arte rupestre puro; Angélica Araujo Lemus, gerente y directora de Tutu y Batuta Academia de Arte; Bárbara León Gómez, fundadora del Club de Lectura Girardot; Alexio Osorio Villegas, gerente del Banco de la República; Armando García Yepes, gestor cultural y fundador de “Misión Panche”.  Julio César Arteaga, actor para teatro, cine y televisión además de director teatral.  

Lo anterior es anecdótico.  Lo trascendental llegó luego.

El 25 de enero de 2017 fue nuestra primera mesa de trabajo.  Julio César presentó al grupo a Freddy Laverde, representante de Entés T.V., quien después de conocer el proyecto decidió acompañarlo.

En un punto que convergimos desde nuestro inicio  fue en que seriamos ajenos a cualquier tema político.  Conscientes de la necesidad de independencia.

Orlando Barragán Bergaño, invitado que posteriormente decidió no acompañarnos por razones personales, aportó para la construcción de los objetivos del colectivo.

Se institucionalizó una reunión semanal esmerándonos en construir un colectivo cultural que hoy se conoce como "Senderos".  Con un eslogan que proyecta nuestro deseo para la mayoría de los girardoteños: "Por los caminos de la Cultura".

Cuando lo que consideramos esencial se había levantado, programamos algunas actividades a corto, mediano y largo plazo; esta última sería la de mostrarnos públicamente, la de medirnos al interior del colectivo, la de saber de qué estábamos hechos y  qué tan fuerte era el vínculo.

Nuestro primer acto fue el veintidós de marzo; un taller de Tiza y Leche dictado por la diseñadora Amparo Ardila y el maestro artesano Rubén García a estudiantes de la Escuela Anexa Normal.  En mayo cinco realizamos un conversatorio con el escritor bogotano, residente en Girardot, Carlos Ernesto Nossa Urrutia; para el 4 de agosto se programó una entrevista con tres reintegrados de las FARC que venían de la zona transitoria de normalización “Antonio Nariño”, ubicada en la vereda La Fila del muncipio de Icononzo.  Todas las anteriores actividades con el acompañamiento del Banco de la República.

"Mil almas: ¡Es tiempo de Cultura!", nuestra presentación en sociedad, se realizó el pasado 18 de agosto en las instalaciones del Banco de la República de Girardot; doce horas ininterrumpidas de Cultura.


Veinticinco actividades efectuadas de veintiséis programadas hablan por sí solas del evento.

En medio de los compromisos personales de cada uno de los integrantes de Senderos, se adelantó toda la organización.  La que por su dimensión, extensión y diversidad demandó un esfuerzo extraordinario del que no fuimos conscientes al principio.

Fue un acto cultural inédito en Girardot, en donde se colocaron en escena a más de doscientos participantes.

Con escasos recursos económicos propios, sin la experiencia suficiente para la organización de eventos de tal magnitud, sin el dinero que soportara una extensa y eficaz campaña publicitaria, logramos sacar avante un sueño hecho con orgullo y humildad, tenacidad, creatividad, constancia y un invaluable sentimiento de amistad y respeto,  fruto de la pasión y el amor por la Cultura.

Entidades públicas y privadas como el Colegio Liceo Moderno, la UCundinamarca, SENA, Universidad Piloto de Colombia, Uniminuto, Tutu y Batuta Academia de Arte, Banco de la República, Radio Panamericana, RCN,  radio revista Ritmo Vital, Coordinación de Cultura de Girardot con la Banda Marcial y su grupo de teatro “CAS”, Gaseosas de Girardot y otros tantos, aportaron  para hacer posible un sueño.

Sin enumerar a cada uno de los cantantes, conferencistas, panelistas, actores, intérpretes, que brillaron en cada uno de los escenarios propuestos para esta fiesta cultural.

Incluso el profesor Michael Piza del Instituto Educativo Sumapaz, de Melgar, viajó desde ese municipio tolimense con 22 niños de segundo grado de primaria para involucrarse con la jornada.

Presentamos actividades culturales inusuales en el municipio; lectura en voz alta de “Cien años de soledad”; conversatorio sobre la corresponsabilidad en el manejo de la información, con tres panelistas invitados de la ciudad de Ibagué, ballet clásico y un cine foro en donde se proyectó la película “Crónica de una muerte anunciada”.

“Mil almas: ¡Es tiempo de Cultura!” nos dejó de lección que Girardot es una tierra fértil para temas culturales; eso nos obliga a obstinarnos en propiciar espacios culturales en donde, principalmente aquellos sectores vulnerables que jamás han tenido acceso a la magia del arte, tengan la oportunidad de descubrir la belleza que se esconde detrás de un escenario.


Adehala:  Hasta la bondad y generosidad afloran cuando del amor a la Cultura se trata.  Al saber de la dificultad para conseguir un equipo de sonido adecuado para nuestro evento, Johanna Amórtegui ofreció el sonido de su esposo Hernán Carvajal; su hijo David manejó la consola durante más de trece horas;  con toda la pasión que reflejó en su rostro.  Mil agradecimientos a la familia Carvajal Amórtegui.

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