CRONOLOGÍA DE UNA FARSA
“No que me hayas mentido, que ya no pueda creerte, eso
me aterra”. Friedrich Nietzsche
Integrantes del gremio del transporte público legalmente constituido conociendo el acuerdo establecido entre sus representantes y la Administración Municipal de Girardot |
Nuevamente el gremio de transportadores legalmente constituido de la casi ciudad de Girardot elevó su voz de protesta por varias de las irregularidades que esta administración municipal, como las anteriores, han propiciado, alcahueteado e ignorado.
Este 25 de junio se cumple un mes desde cuando conductores
de taxis y buses, junto a escasos propietarios, se reunieron alrededor de la
Plaza de Mercado de Girardot para reclamar un trato justo y digno por parte del
alcalde designado José Alejandro Arbeláez Cruz.
Aquella mañana del 25 de mayo, los que callan constantemente
aprovecharon para dejar salir toda la desesperanza y angustia represada,
producto de la difícil situación económica que desde hace años soportan con el
guiño complaciente de los alcaldes y de quienes por sus facultades y
competencias deberían proceder (guardas de tránsito, Policía Nacional,
Secretaría de Tránsito y Transporte y, Secretaría de Gobierno).
Después de un tiempo, cuando el sol ya se había colado en
cada una de las rendijas de la provincia, se inició una marcha por un sector
del municipio con la que los transportadores pretendían visibilizarse ante la
comunidad, la que también ha contribuido a la precariedad y desasosiego de este
gremio desprotegido por todos, principalmente por el gobierno central.
Tengo que ser honesto; no presencié la marcha, pero se habló
de más de doscientas personas repitiendo arengas y acercándose de manera
pacífica al Parque Bolívar.
Transportadores de taxis y busetas, algunos con sus familiares, en espera de la firma del pliego de compromisos. (Edificio de la Alcaldía Municipal de Girardot). |
Seis representantes del gremio se sentaron en la mesa de
negociación para presentar el pliego de peticiones respaldado por un número
significativo de transportadores y del cual, dependiendo el resultado, se
continuaría o no con el cese de actividades.
La tensa calma, a la que se acostumbró el país, se rompió
cuando un taxi dobló por la esquina de la calle 17 con carrera 11 y fue
obstaculizado por algunos conductores que reclamaban solidaridad y apoyo a la
protesta. Perezosamente los agentes de la policía, apostados en un costado del parque Bolívar, se aproximaron al
sitio y después de muy pocas palabras resolvieron la situación haciendo parquear
el automotor cerca de las motocicletas policiales.
El cansancio y la expectativa de los transportadores se
reflejaba en sus rostros curtidos por el sol; ellos, que diariamente se exponen
a altos grados de temperatura para poder llevar el sustento a sus familias,
aguardaban con una disciplina acostumbrada el desenlace de este nuevo
episodio.
Armando Lancheros, líder original de estas exigencias que
reclaman dignidad para los transportadores, se encontraba literalmente tirado
sobre el piso, vistiendo una guayabera blanca, casi sin voz; se reflejaba en su
rostro una emoción que perfectamente se podía traducir en una satisfacción que
solamente quienes batallan por causas justas pueden entender.
Transportadores interceptando un taxi que se movilizaba frente al Parque Bolívar |
A las cuatro y treinta de la tarde, dos minutos antes o
cinco minutos después, llegó al grupo de las escaleras un estafeta moderno
portando en sus manos la primera buena nueva de la negociación; el documento
estaba firmado por los representantes del gremio transportador, el alcalde
designado, el secretario de gobierno Diego Mauricio Salas Ramírez, un
representante de la Policía Nacional y el delegado de Tránsito y Transporte,
Alejandrino Bonilla. (Es que Girardot en ese momento no tenía un
secretario de tránsito y transporte que respondiera por esa cartera. Aunque
hoy ya existe, pero…aun no pasa nada).
De inmediato bajaron las escalinatas y se reunieron cerca al
grupo de banderas que ondean tristemente mientras observan, horrorizadas, la
decadencia de este puerto que al menos por misericordia merecería un mejor
presente.
A través de un micrófono inalámbrico, John Jairo Peña tomó
la vocería y dio a conocer los 6 compromisos adquiridos por el ente municipal,
apresurando la disolución del paro.
· "A
partir del día de la suscrita Acta. Aumentaran los operativos con los
Agentes de Tránsito en apoyo de la Policía Nacional y Ejército Nacional, para
combatir la actividad ilegal del transporte en modalidad de moto, UBER y carro
particulares.
· Realizar
las medidas pertinentes para suscribir convenio Municipio con la Policía
Nacional de Tránsito – DECUN
· Re
parcheo de la malla vial del Municipio, adquisición de materia prima (aceite)
para el fresado de la malla vial
· Apoyo,
sanciones y operativos a realizar para la modalidad de UBER de acuerdo a la plataforma
de prestación de servicios informales.
· Realizar
las gestiones pertinentes para la destinación de parte de la FISCALIA de un
funcionario idóneo para PERITAJE en los accidentes de tránsito.
· Realización
de mesas de trabajo con los representantes del gremio transportador cada 15
días".
|
¡Pero o ingenuidad…o viveza! Faltaron las fechas en las que
se daría cumplimiento a cada uno de los puntos.
En cualquier negociación la concreción de términos demuestra
la seriedad de quien se compromete, y entrega tranquilidad a quien
requiere. En este caso el cumplimiento de los compromisos,
tácitamente, se estableció a término indefinido.
¿Para cuándo la fecha del convenio con la Policía
Nacional? ¿Qué término límite existe para la consecución de un
perito permanente en el municipio que atienda los accidentes de tránsito?
¿Cuándo inician los malucos “reparcheos”?
Y no es un capricho infantil el que me aborda. Ya
existen incumplimientos pasados respaldados con oficios, cartas de compromiso,
literatura mil.
El 12 de octubre del 2010, el alcalde Rodolfo Serrano Monroy,
el coronel de la Policía Nacional, además de la secretaria de tránsito y
transporte, se comprometieron con cinco exigencias. ¿Si las
reuniones se cumplieron con rigurosidad y los operativos se adelantaron con
eficacia, por qué hoy persiste el problema?
Primera página del acta de compromisos del 12 de octubre de 2010, entre el alcalde municipal Rodolfo Serrano Monroy y el gremio de transportadores legalmente constituido |
Manuscrito entregado a los transportadores el 24 de noviembre de 2012 por el alcalde de ese entonces, Diego Escobar Guinea |
El sábado 24 de noviembre de 2012, en una reunión en el quinto piso de la alcaldía con aproximadamente diez representantes del gremio del transporte público legalmente constituido, Diego Escobar, alcalde de ese entonces, suscribió un documento que firmó alejado de la vista de los presentes, con número de cédula y huella dactilar, comprometiéndose con tres exigencias para proteger el derecho al trabajo de los conductores; exactamente el sábado siguiente, a la misma hora y en el mismo lugar informó a los mismos representantes que no podía cumplir con lo establecido en el documento en mención.
Algunos ejemplos de cómo durante varias ocasiones los
alcaldes del momento han manoseado las diferentes mesas de negociación,
incumpliendo compromisos adquiridos.
Hoy nada parece ser diferente. Ya aparecieron en
la primera reunión reciente los pretextos, los peros, los ya te digo, los tal
vez.
Los negociadores de la administración municipal adoptaron
una posición conciliadora por el afán de terminar con el paro, frente a temas
cuya decisión no dependen absolutamente de ella.
Quiero ver cuánto tiempo pasará hasta cuando la administración municipal con aquellos que se comprometieron con los transportadores, sostendrán puntualmente las mesas de trabajo cada quince días; pero lo más importante, qué tanto y cuándo implementarán con lo que se comprometieron.
No hay que olvidar que este es un gobierno pasajero y que nos encontramos ad portas de una posible revocatoria del alcalde que hoy se encuentra privado de la libertad; lo que condiciona aun más la ejecución oportuna de los puntos negociados.
Quiero ver cuánto tiempo pasará hasta cuando la administración municipal con aquellos que se comprometieron con los transportadores, sostendrán puntualmente las mesas de trabajo cada quince días; pero lo más importante, qué tanto y cuándo implementarán con lo que se comprometieron.
No hay que olvidar que este es un gobierno pasajero y que nos encontramos ad portas de una posible revocatoria del alcalde que hoy se encuentra privado de la libertad; lo que condiciona aun más la ejecución oportuna de los puntos negociados.
Lo cruel no es qur mientan. Lo cruel es que hay gente que aún les cree. Y lo peor, los reeligen. Tal vez es la Fé lo que mantiene su gota de esperanza a pesar del desahucio.
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