lunes, 23 de enero de 2017




LAS CABAÑUELAS DE GIRARDOT


Plaza de Mercado de Girardot

Siete meses después de vítores a la “recuperación” de la Plaza de Mercado de Girardot las cosas volvieron a su estado normal.  Al desorden.

Mucho se habló sobre el tema y la expectativa parecía haberse cubierto con lo que aparecía a primera vista.  Pero en el ambiente flotaba la posibilidad de que ante cualquier fractura de gobierno, desavenencia institucional o transcurrir del tiempo,  la celebración podría convertirse en fracaso.

Los vendedores se volcaron nuevamente a la carretera, a los andenes, a transitar en contravía con sus “zorras” repletas de aguacates, pescados y hortalizas.

Este hecho no es insignificante ni superfluo.  Pronostica un caos institucional que puede durar lo que falta de periodo de gobierno.

Es muy posible que al alcalde designado Alejandro Arbeláez Cruz le cueste trabajo encauzar y mantener la rienda fuerte para que la bestia no se desboque (hablo de Girardot); como también es posible que de llegar a  elecciones atípicas quien se quede con el “honor” de gobernar no lo haga con suficiente autoridad y diligencia.  Lo que traduce una casi ciudad sumida en un caos administrativo durante el resto de administración.

Lo que está ocurriendo en nuestro Monumento Nacional son las cabañuelas de nuestros próximos tres años.  Esperar a que nuestro cálculo popular esté equivocado y soplen vientos que traigan buenas nuevas.

¡Permítanme dudarlo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario