viernes, 18 de noviembre de 2016




TRAS LAS HUELLA DE “EL ADORADOR”



Certificación que premia al grupo de "Los Adoradores" como uno de los colectivos ganadores en la convocatoria "La ruta de la idea", respaldada  por el Ministerio de Cultura, Instituto Departamental de Cultura y Turismo de Cundinamarca, Corporedes 365 y Gobernación de Cundinamarca entre otros.

Avizorando el horizonte en donde se dibujan lejanos y mágicos los valles del río Bogotá y el río grande de La Magdalena, adornados con altura por las cúpulas de la iglesia del municipio de Tocaima, permanece pétreo “El Adorador”.  Presencia muda de nuestros antepasados que trasciende en el tiempo y mismo espacio.

Rodolfo Rodríguez Delgadillo, médico veterinario, conoce la historia de este petroglifo  como las palmas de sus dos manos.

Relata que hace aproximadamente nueve años conoció al señor Manuel Antonio Mendoza, campesino de la zona, que además de tener animales domésticos trabajaba en la extracción artesanal de yeso, en el piedemonte de la cordillera Alonso Vera, perteneciente a la vereda Berlín del municipio de Girardot.

“En cierta oportunidad -reseña Rodolfo Rodríguez- Manuel Antonio me comenta que en la cima había unas piedras raras, con unas tallas.  ¿Que cuándo subíamos?”

martes, 1 de noviembre de 2016





LA CULTURA ENCARCELADA



“El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga”.   Gabriel García Márquez



Parado en la entrada de la segunda puerta, aparece como una fotografía roída y salpicada de un color sepia entristecido,  un inframundo al que usted preferirá no regresar.

Antes de traspasarla, hay que retener la respiración para no convertirse en polvo,  hasta terminar de ascender las escaleras que se lamentan con cada paso que se marca en sus peldaños estropeados; frente a ella, asientos decrépitos, grisáceos, arrinconados, carcomidos de olvido, se exhiben como invaluables esculturas.

En el segundo piso, hay un sino extraño que continúa desterrando a la Cultura. Exilada, ignorada, maltratada.

Así es el recinto municipal en donde debería florecer la Cultura de Girardot.  Nada de lo que sucede parece tener una explicación consecuente con el motivo de su existencia.