EL PEOR PRETEXTO
“Premeditadamente a esos sicarios los enviaban a las veredas y municipios
liberales y, al grito de “Viva el Partido Conservador”, sacrificaban liberales
indefensos. Luego, los mismos sujetos, viajaban a las veredas y municipios
conservadores para, al grito de “Viva el Partido Liberal”, arremeter contra la
vida y los bienes de inocentes ciudadanos conservadores”. Gloria Gaitán.
Uno de los mejores pretextos que han encontrado
los promotores del NO al plebiscito del próximo 2 de octubre en
el cual la sociedad refrendará o no el Acuerdo Final para la Terminación del
Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera con las FARC-EP,
es la impunidad.
Pero es el peor pretexto. Colombia vivió uno de los periodos más
violentos y sangrientos de su historia
gracias a sus dos únicos partidos tradicionales: Conservador y Liberal.
Dos o tres años antes del asesinato de Jorge
Eliécer Gaitán, caudillo indiscutible del partido Liberal, ya empezaban a
vislumbrarse provocaciones violentas en zonas de varios departamentos del país;
Cundinamarca, Tolima, Valle del Cauca y Boyacá, ya contaban entre sus
estadísticas con un número preocupante
de asesinatos que empezaban a teñir con sangre los caminos y ríos de la
patria.
Pero una vez asesinado Jorge Eliécer, el 9 de
abril de 1948, los muertos provocados antes de su muerte solo serían la cuota
inicial que encabezaría el listado de cientos de miles de víctimas
exterminadas, mutiladas, desplazadas,
que dejaría la insurrección del pueblo aterrado y confundido por el homicidio
del líder popular.
Liberales y conservadores quedaron enfrentados
como protagonistas principales de otra
escena “político-violenta” del momento.
Autores de uno de los capítulos
más tristes y terroríficos que haya vivido Colombia.