viernes, 1 de julio de 2016






¡EL ESPECTÁCULO NO HA EMPEZADO! 


“Las obras públicas no se construyen con el poder milagroso de una varita mágica. Son pagados con los fondos arrebatados a los ciudadanos”.   Ludwig von Mises.


Estado en que se encontraban las materas del parque Bolívar de Girardot los días en que estaban armando los puestos para ventas de artesanías. 


Hay temas que por lo baladíes que son  no merecen siquiera ser motivo de discusión.  Pero hay otros que aparentemente baladíes,  en el trasfondo lo que dejan percibir son adefesios administrativos y escasez de autoridad  que se convierten en estorbos para el progreso de cualquier sociedad.

Las jardineras del parque Bolívar son un perfecto ejemplo. Solo faltaron juegos pirotécnicos para anunciar y celebrar que los jardines ubicados frente a la catedral de Girardot, habían sido atendidos por un paisajista para adecuarlos como prólogo al embellecimiento de todo el marco principal.

Pero faltó lo más importante por contar.  Que la parcelación del parque seguirá dándose como una de las peores tradiciones heredadas de mayorales anteriores; que las fiestas pueblerinas con kioscos y casetas incluidas van a continuar; que los orines y la mierda de los que lo visitan, y dejan de souvenir, verbigracia los de las verbenas del  12 de octubre, servirán de abono para las  plantas ornamentales.  (Dirán que estaba plenamente calculado).

En este punto es en donde deseo detenerme; en la desarticulación de quienes van adivinando laberintos para el municipio; van estableciendo tareas al azar sin que ninguna tenga coherencia, concatenación, relación o convergencia con otras.

En estos gobiernos municipales nada se articula.  Cada dependencia es una “república independiente”  que adopta decisiones y las ejecuta aislada e independientemente de las demás áreas con las que,  por motivos obvios,   tienen relación directa.
 
Solamente en un impulso desordenado existe el despropósito  de invertir un dinero que en poco tiempo se convertirá en gasto.

Aproximadamente diez millones de pesos, entre plantas y tierra, se enterraron en las materas del parque principal para ser escondidas tras de polisombras y plásticos blancuzcos que cubren  listones de madera.

¡Y el espectáculo no ha empezado!


¡Y el espectáculo no ha empezado!  Aguarden a que hayan transcurrido las dos semanas en las que va a estar esta “feria artesanal” para conocer  qué quedo de tan preciado ornato.

No tardarán en agrandar el gasto adecuando las demás materas para que en el “nosequé” de octubre, nuevamente repartido el parque entre los que se benefician de él anualmente, destrocen cada una de ellas y se tenga por consiguiente que incurrir en otro mantenimiento, ¡que por supuesto implica más dinero para el contratista que sea!  O en su defecto, y no sería de extrañar, dejarán la destrucción tal cual, como evidencia irrefutable de las malas decisiones que para seguir avanzando se continúan tomando.

¿Se consultó con quienes participaron en este proyecto  si estaban  de acuerdo con que las materas del parque se destinaran  para ser el basurero de la feria?  Porque además del respeto que merecen los contribuyentes está presente el respeto que los superiores  deben a sus colaboradores.  Hay un esfuerzo y anhelo en algunos  funcionarios, que prefiero no mencionar, que merece  ser reconocido y admirado.  No se puede brincar por encima del trabajo de personas honestas que han dedicado muchos años de vida en la lucha por conservar, preservar y recuperar algo de lo mucho que ha perdido el municipio.

Ante esperpentos como estos pregunto: ¿Es una torpeza administrativa o se favorece a algún vecino con la contratación?  Porque no pueden existir otras posibilidades que expliquen cómo es que se toman los dineros de los impuestos de los contribuyentes para “invertirlos” en obras de ornato y embellecimiento y terminan siendo un gasto a todas luces, que no le duele ni afecta a quien lo aprueba.  (Esta vez sí que aplica aquello del “ordenador del gasto”).

…A propósito de  la recuperación de la plaza de mercado que tan preocupado y ocupado tiene  a más de uno por aquello del espacio público… ¿el del parque Bolívar con esta puesta en marcha de la feria artesanal, no importa?

Verticalidad y autoridad imperan para los que sin mayores beneficios económicos permanecen cada día, de cada mes, de cada año prestándole un servicio a la ciudadanía; pero cuando se trata de favorecer a mercaderes independientes que  organizan romerías de pueblo en pueblo, buscando beneficiarse  con los espacios públicos, ahí sí se acaban los discursos grandilocuentes para dar paso a la condescendencia dañina.

Saber gobernar, gobernar bien,  trae implícita la obligación de pensar, planear, ejecutar y acertar.

La única manera de lograr una verdadera ciudad, es que esté dirigida por mentes inteligentes.


Adehala:  Para la verdad no existe cortapisas ni engaños solapados producto de las dádivas.  Ella se abre camino como la luz a través de las  tinieblas





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