sábado, 31 de enero de 2015



EL CIUDADANO NO IMPORTA



“(…) y la persona puede tener chikunguña y dengue;  y por tanto debe ser manejado en una unidad de salud.  No por el vecino, no en la droguería ni por la amiga.  Porque o si no está poniendo en riesgo su salud y su vida”.Dra.  Gina Watson.  Representante de la OPS/OMS en Colombia.


La  fiebre chikungunya me ha servido para evidenciar situaciones que están latentes en la cotidianidad de nuestro país, y que entrelazadas unas con otras van logrando el deterioro de las Instituciones y en este caso específico de la salud de los colombianos.

Principalmente se encuentra la soledad frente al Estado; no existe el ciudadano si de protegerlo se trata.  El Estado funciona para subyugarlo y perseguirlo.  Para amenazarlo, amedrentarlo, condicionarlo, limitarlo.  No es el ciudadano quien pueda esperar el apoyo que el Estado por su misma naturaleza debería ofrecerle como parte esencial de él mismo.

Por esa misma condición inconstitucional es evidente  la ineficiencia e ineficacia  del Ministerio de Salud y Protección Social, de los gobernadores, alcaldes y los mismos concejales en la crisis presentada por el virus del chikungunya.  No se previó el crecimiento exponencial de la enfermedad conllevando a que no se diseñaran estrategias que atenuaran el impacto que tan bruscamente ha tenido.  Un crecimiento exponencial que nuevamente desnuda la inviabilidad del sistema de salud en Colombia.  En la segunda semana del 2015 (enero 11-17) Girardot registra 3010 enfermos.

lunes, 5 de enero de 2015




COSECHA DE NAVIDAD

















Fotografías: Astrid Liliana.
Parque Bolívar (Girardot-Colombia).




sábado, 3 de enero de 2015



CIUDADES TURÍSTICAS





Hablar de turismo, para algunos gobernantes y pregoneros ad-hoc, resulta estúpidamente  fácil.  Y ni qué decir cuando de intentar hacerlo se trata.

En los pueblos, hablo de Colombia, cercanos a la Capital de la República, el sol se ha constituido en el único  atractivo turístico que irremediablemente busca un número importante de los más de siete millones de personas que habitan Bogotá.  Y esto sin contar las que viven en los municipios aledaños que tienen las mismas características de clima y sensación térmica.

De ahí el infortunio y desacierto para algunos municipios de que alguien los mal bautizara como “turísticos”.  Creen los que los nombran así  que la congestión indescriptible de peatones y vehículos en las calles, de vendedores ambulantes en los andenes, las carretas vendiendo frutas, hortalizas, espigas, sahumerios, cachuchas y cuanto usted imagine junto a los semáforos y al borde de los andenes,  refleja orgullosamente una viva vocación turística.





Por pensar así y creerse el cuento que se han inventado, han olvidado lo más importante y la razón de ser  para el turismo.  ¡Los visitantes!  En otro escenario más adecuado ¡los turistas!

Este es Girardot el 24 de diciembre recién pasada la media noche. ¿Será esto lo que esperan encontrar los visitantes como atractivo turístico?