EL CIUDADANO NO IMPORTA
“(…) y la
persona puede tener chikunguña y dengue;
y por tanto debe ser manejado en una unidad de salud. No por el vecino, no en la droguería ni por
la amiga. Porque o si no está poniendo
en riesgo su salud y su vida”.Dra. Gina
Watson. Representante de la OPS/OMS en
Colombia.
La fiebre chikungunya me ha servido para evidenciar situaciones que están latentes en la cotidianidad
de nuestro país, y que entrelazadas unas con otras van logrando el deterioro de
las Instituciones y en este caso específico de la salud de los colombianos.
Principalmente se
encuentra la soledad frente al Estado; no existe el ciudadano si de protegerlo
se trata. El Estado funciona para
subyugarlo y perseguirlo. Para
amenazarlo, amedrentarlo, condicionarlo, limitarlo. No es el ciudadano quien pueda esperar el
apoyo que el Estado por su misma naturaleza debería ofrecerle como parte
esencial de él mismo.
Por esa misma
condición inconstitucional es evidente la ineficiencia e ineficacia del Ministerio de Salud y Protección Social, de
los gobernadores, alcaldes y los mismos concejales en la crisis presentada por
el virus del chikungunya. No se previó el crecimiento exponencial de la
enfermedad conllevando a que no se diseñaran estrategias que atenuaran el
impacto que tan bruscamente ha tenido.
Un crecimiento exponencial que nuevamente desnuda la inviabilidad del
sistema de salud en Colombia. En la segunda semana del 2015 (enero 11-17)
Girardot registra 3010 enfermos.