sábado, 17 de febrero de 2018






EL REINO DE LA INDECENCIA

«Una sociedad civilizada es aquella cuyos miembros no se humillan unos a otros, mientras que una sociedad decente es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas». La sociedad decente de Avishai Margalit.

 
«Hombre Caminante»

Existen situaciones que para analizarlas es preferible tener el corazón tranquilo y la cabeza en su sitio; no con el fin de establecer dogmas inquebrantables y sagrados, sino antes, por el contrario, para interpretar el hecho y sus causas, sin vehemencia desbordada.

El espectáculo vulgar ocurrido hace unas semanas en el ascensor de la alcaldía municipal de Girardot, provocado por una contratista o funcionaria de este ente (es lo mismo), en contra de un ciudadano y de su hijo menor de edad, Carabinerito por demás, pone de manifiesto el erróneo concepto de autoridad, acompañada de una mórbida arrogancia exhibida por este desgobierno que nos ha tocado soportar. 

Premeditadamente no escribí sobre este tema tan pronto ocurrió, porque colocar los sucesos que atentan contra la dignidad de las personas y la sociedad en viscerales escenarios mediáticos, solamente ayuda a que los medios de comunicación disparen sus índices de audiencia, tomando como combustible la morbosidad, el goce insano y la especulación de sus seguidores.

Después puede suceder incluso que el agredido termine como agresor y el victimario se presente como víctima.

sábado, 3 de febrero de 2018





LAS EXPERIENCIAS DEL ALCALDE


«Ya no importan solo la sagacidad, la preparación y la experiencia, sino cómo nos manejamos con nosotros mismos y con los demás». Daniel Goleman.



No puede negarse que el alcalde Arbeláez exhibe cierto gracejo cuando ante la opinión pública lanza sentencias reveladoras, arrebatando del más profundo esplín a cualquier desventurado.

Recuerdo con jocosidad el día que, como secretario de gobierno, a raíz de un asesinato, planteó la más sabia de las políticas de seguridad: ¡no volver a pasar por el lugar!

Hoy, como alcalde designado de Girardot, conserva su mismo talento con diferente talante.

Reiterativamente ha señalado que aquí  no existen profesionales capacitados o con experiencia para trabajar en la alcaldía.  Obviando lo ocurrente y divertido de esta posición (se escuchan risas al fondo del escenario), asoman sorprendidos los diferentes actores descalificados con un señalamiento que debería tener sustento técnico.  (Claro, se me olvida que en Girardot la Estadística ha sido reemplazada irrevocablemente por la verborrea).

¿Qué opinarán los rectores de las universidades?

¿Qué experimentarán los profesionales sobresalientes, cansados de golpear puertas, sin un padrino político que los ayude a alcanzar la tan esquiva «experiencia en el sector público»?

¿Qué horizonte se le abre a quienes ya culminaron y a los que adelantan sus estudios como administradores públicos en la ESAP, en el municipio de Flandes (Tolima)?

¿Qué pensarán los comunicadores y politiqueros que califican a Girardot como la «ciudad universitaria»? *

Ismael Contreras Montes

Ismael Contreras Montes, es el mejor entrenador de baloncesto que ha tenido Girardot, por siempre... y de lejos.  Hace cuatro años es formador de niños en Nilo, Cundinamarca.

Veinticuatro veces campeón departamental de baloncesto con Girardot (de 1976 a 1984); director de la Junta de Deportes de Silvania; director del Instituto Municipal del Deporte y la Recreación en Girardot; capacitaciones en España, Francia e Italia gracias a un intercambio en 1996.  Entrenador, en instancias finales a nivel nacional, del Banco de la República, Telecom y el Colegio Americano, todos de Girardot; entrenador de la Selección Cundinamarca.

No está en la nómina de la administración municipal. ¿No le parece suficiente esta experiencia al alcalde Arbeláez?  ¿Puede confirmarle a los girardoteños  que la persona que actualmente lidera la formación de los basquetbolistas de Girardot es igual o más experimentada que Ismael Contreras Montes?

Fabio Vásquez Ramírez hoy se encuentra por fuera de la Coordinación de Cultura de esta casi ciudad. ¡Imagino también que por falta de experiencia!

Treinta y cinco años acompañando procesos culturales; coordinador nacional de Casas de la Cultura; asesor del Fondo Mixto para la Cultura y las Artes de Cundinamarca y coordinador de cultura de Girardot.  Así por encimita.

¿Tampoco le satisface al señor alcalde la experiencia de este veterano de mil batallas?  ¿Puede asegurar que la Coordinación de Cultura de Girardot, hoy se encuentra en buenas manos  y que tiene funcionarios con experiencias y recorridos profesionales más vastos que el de Fabio Vásquez ?

¿Puede con certeza afirmar que la no continuidad en el cargo no se debe a la contrariedad y distanciamiento con un concejal amigo de Fabio Vásquez?

Fabio Vásquez Ramírez

Es demasiado procaz y hasta ingenuo decir que «he pedido hojas de vida» y no se consigue nada.  Un alcalde con experiencia y trayectoria en lugar de pedir hojas de vida como cualquier comerciante, realiza una convocatoria seria garantizando que la selección se hará por meritocracia; entendiendo que la meritocracia no solamente se consagra a partir de la experiencia. 

En una encuesta realizada por empleadores estadounidenses, de los siete rasgos deseados para un prospecto, solamente uno era académico: eficiencia en lectura, escritura y matemáticas.  En cambio «las aptitudes más deseadas son la habilidad para la comunicación, para las relaciones interpersonales y la iniciativa».  Ninguna de las anteriores, digo, exigen la tan cacareada experiencia. (Daniel Goleman es un experto en el tema).

Recuerdo la dificultad para nombrar secretario de tránsito y transporte; ¡qué terapia!  Nuevamente apareció el misterio de la experiencia.  Olvidó el alcalde, presumiblemente, que la persona experimentada la tenía dirigiendo, sin trayectoria ninguna, la cartera de educación.  Sandra Ivonne Serrano Arciniegas. 

Había sido secretaria de tránsito y transporte en diferentes oportunidades de Ricaurte y Girardot. Lo inteligente hubiese sido trasladarla al cargo que conocía con suficiente experticia, buscando dentro del magisterio a uno de tantos con la capacidad y conocimiento para dirigir la educación de esta casi ciudad.

¡Pero claro! Es que manejar el recurso humano también es una habilidad que no se logra con experiencia únicamente; aplica también el sentido común y la capacidad para resolver situaciones aparentemente complejas.

Es tan fiel a su concepto, hasta el límite de mantener en el cargo a una funcionaria «experimentada» que ofende violentamente a un ciudadano frente a su propio hijo, menor de edad,   en el ascensor del edificio municipal.  ¿La experiencia del alcalde no le advierte que de manera voluntaria debió sacar un comunicado explicando la situación e informando las medidas disciplinarias adoptadas con la agresora? 

Lo que el alcalde no ha concretado es de qué experiencia es de  la que habla.  Si la de la actividad profesional que debe desempeñarse o la experiencia en «manzanillismo» y limpieza de solapas.

En diciembre de 2016, en una entrevista que Arbeláez otorgó a Plus Publicación, lo presenté como uno de los funcionarios con mayor «experiencia, madurez y proyección».  Reconozco públicamente que me equivoqué ingenuamente.


Cabe preguntar, ¿la experiencia del alcalde, para qué?  Con un vistazo a Girardot la pregunta resulta capciosa. 

* Esta expresión se omitió involuntariamente en la publicación física de La Realidad Girardoteña.