martes, 7 de marzo de 2017






LA BARBARIE



"Por el grosor del polvo en los libros de una bibliotecas pública puede medirse la cultura de un pueblo". John Esteinbeck.


Libros contaminados con hongo  por una inundación en la biblioteca pública del barrio La Esperanza en el municipio de Girardot.

En alguna ocasión cuando reprochaba la ausencia de bibliotecas públicas en Girardot, salió un funcionario de la alcaldía municipal y me corrigió orgullosamente porque ya el municipio contaba con tres de ellas.

A decir verdad no le presté importancia al argumento defensivo; creí, eso sí, en su existencia.

Hoy cuando analizo cómo la ausencia de la cultura a través de los libros ha logrado convertir a Girardot en una provincia rancia de vicios que van desde el alcoholismo, pasando por la drogadicción,  hasta la incapacidad de sopesar inteligentemente  nuestras mínimas  necesidades humanistas, las que merecemos  como seres humanos, me fui de gira a visitar las bibliotecas públicas del municipio. (Vereda San Lorenzo, barrios  El Diamante y La Esperanza). 

Etimológicamente es posible que el nombre que reciben sea el indicado.  Pero en la concepción misma de su razón de ser, no lo es.

Voy a dar un ejemplo.  La biblioteca del barrio La Esperanza, dicen los “expertos” la mejor de las tres, se inunda desde hace más de un año sin que la Coordinación de Cultura haya sido diligente en solucionar el problema.  Lo  que originó el daño definitivo de una cantidad de libros que aún no han sido recuperados,  y la negación de condiciones mínimas de comodidad para sus asistentes.  En cuanto al fondo bibliográfico creo que hay mucho por discutir.