Apunte del Director
HEROÍSMO Y COBARDÍA
Recuperar la plaza de mercado de Girardot, en toda su
extensión, es un acto de heroísmo.
Durante años la abulia de quienes han desgobernado en
Girardot convirtió esta obra maestra, diseñada y construida por el arquitecto
Leopoldo Rother, en una vergonzosa
colección de basuras, cancelación de
andenes, vías intransitables,
olores ofensivos…desmedro por quienes debieron protegerla.
Los pocos intentos, por apariencia, de ciertos alcaldes para recuperarla terminaron en
asonadas disueltas por el ESMAD
(Escuadrón Móvil Antidisturbios) y un centenar de ciudadanos corriendo
aterrados por las calles aledañas.
Es una vieja historia sin final feliz. Por eso reconozco el esfuerzo para negociar de manera pacífica y conciliadora; y
si se cumple la fecha prevista por el
alcalde, julio de este año, será estupendo para todos.
¡Pero cuidado! Para cuatro años de gobierno no es suficiente
la recuperación de la plaza de mercado con su espacio público incluido. Ella no
constituye ni el 15% del espacio que se
continúa perdiendo en toda la casi ciudad.
Sería una lectura borrosa y confusa
para la gente.
“Yo hago lo que tú haces y él permite que se haga…” Bajo esta premisa popular, y lógica si se quiere,
se ha llegado a un comercio anárquico;
en donde cada quién encuentra en su vecino razón suficiente para continuar con el
desorden.
Exigirle exclusivamente a los comerciantes de la plaza el
despeje del espacio público es ir en contra del primer punto de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos: “Todos los seres nacen libres e iguales en
dignidad y derechos (…)”
Provocará un germen
propicio para el descontento, las rencillas, la violencia más la repetición de lo prohibido.
Si la decisión es empezar con la plaza de mercado, que así
sea. Pero que inmediatamente se continúe con el comercio
formal de Girardot; estableciendo un cronograma de conocimiento público, con la
misma rigurosidad como se hizo en este caso.
De no ser así sería inexplicable que la “prueba piloto”
iniciara y terminara con los de siempre. Mientras que a los demás, los
intocables, las vacas sagradas, se les
continúe servilmente ofreciendo trato preferencial, exentos de las mismas obligaciones
y deberes que se exigen al resto de comerciantes.
Me ratifico. Recuperar la plaza de mercado es un acto de heroísmo; no hacerlo con el resto
del espacio público de Girardot, es un acto flagrante de cobardía y de
atropello a los más desfavorecidos.