lunes, 29 de febrero de 2016




EL ESPANTO DEL PALACIO




Lamentable el estado en que se encuentran las instalaciones del edificio del Palacio Municipal de Girardot.  Vergonzoso que ad portas de finalizar el periodo de esta administración la suciedad, el desorden y la pestilencia paseen campantes a su libre albedrío por los pasillos de la alcaldía, como un espanto que deambula a sus anchas sin verdugo ni mordaza.

Nada escapa a la desidia.  Los baños para los visitantes, el lugar en donde se deben lavar los elementos de aseo, los pisos por donde caminan a diario cientos de personas; las paredes exhiben huecos que en mejores épocas estuvieron ocupados por aires acondicionados.

Techos desvencijados, paredes pintadas con el óxido que queda de alguna avería o gotera persistente, los perfiles de las escaleras ya no existen o solo quedan rezagos de ellos.  En fin, la lista es interminable y mucho más deprimente si continuáramos.



Pero de todo esto lo que más puede sorprender es que para la limpieza de este edificio que de palacio ni la corona tiene, los insumos de aseo duran mucho tiempo por llegar.Obligando a las aseadoras, dicen algunas de ellas, a responsabilizarse por la compra de ellos.

“Vale la pena informarle que durante este año de manera personal hemos traído de nuestras casas jabón en polvo, ambientador, decol, y estamos utilizando un trapero desbaratado sin mechas porque ni escobas hay” (¡!) 

El anterior es uno de los párrafos de una solicitud  que las aseadoras entregaron al alcalde del municipio según copia que llegó a nuestra Dirección y que fue confirmada por  nosotros con funcionarios de la oficina de Talento Humano y Secretaría de Gobierno y Desarrollo Institucional.

Recalca la carta que “nos vemos en la necesidad de dejarle por escrito lo que en infinitas oportunidades hemos expresado informalmente, no solamente a usted, sino también a la Jefe de Talento Humano, al Director Operativo, la Jefe de Almacén, a la Secretaria de Gobierno y a la Asistente de su Despacho (…).”




Más palabras…son innecesarias.  Las imágenes son suficientemente elocuentes para mostrar un escenario que no es propio de un municipio que se muestra como ciudad a sus vecinos y pregona progreso y desarrollo en todas sus latitudes.

¡El orden comienza por casa!

Nota.  Lamentamos que la tecnología  aún no  permita evidenciar  en  esta  publicación  el  nauseabundo  olor que  en  ocasiones  expelen los baños impregnando el edificio. 


Publicado octubre 2015.